Presencia

Recuerdo la sensación de ingravidez, de atemporalidad. De indiferencia por todas aquellas cosas que hasta entonces ocupaban mi conciencia, con una prioridad y preocupación excesiva. En ese momento, en esa habitación ocre, sólo había cabida para nosotras. La mente estaba focalizada, eficiente, serena.

No recuerdo cómo íbamos vestidas, la temperatura o el olor de pipí, hasta entonces tan característica de aquel lugar. No recuerdo si habíamos comido o qué y de dónde bebíamos. No sé cómo me deshice de los escrúpulos, ni cuántas horas pasaron. La vida, tan difícil de definir, tan vasta, tan sólo era un puñado de miradas y el contacto cálido de nuestras manos conectadas; sintiendo cada surco, cada latido bajo aquella piel fina. No había palabras, no había emociones enjuiciadas. Todo fluía, simplemente, en nuestra presencia. No teníamos el control pero manteníamos la calma, expectantes, atemorizadas y llenas de amor. Acogidas por alguna fuerza mayor que nosotras mismas, que lo que nos estaba sucediendo y nos golpeaba con fuerza. Mecidas por los acontecimientos que ocurrían, sumergidas en aquella melodía agridulce. Simplemente, estábamos. Absolutamente y plenamente dedicadas a ese momento. A nosotras, a ella. Viéndonos como pocas veces nos hemos sabido ver. Amando la vida, la existencia, la experiencia compartida.

Cuando pienso en cómo será el momento de tu llegada … pienso en la abuela. En su fortaleza, su coraje, sus aprendizajes. Pienso en que quizás no difiere mucho el cómo venimos de cómo nos vamos. Pienso en ese momento de ingravidez, de atemporalidad, de estar presente. De sentir sin juzgar. De dejarse mecer por la vida, con confianza.

Hay lágrimas que no se saben si son de alegría o de dolor, pero en cualquier caso, liberan. Nos liberan de anclajes, muchas veces mentales o mundanos, y nos hacen sentir bien, agradecidos / as, presentes en corazón y alma.

Tengo claro que las personas son el fundamento de mi vida. Y que para vivirlas, hay que verlas. Aunque sea de vez en cuando.
Espero saberte ver, sin proyecciones, sin expectativas. Espero saber estar presente.

Imagen: Daan Stevens

Comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.